12 de mayo de 2016

300 economistas de 30 países piden el fin de los paraísos fiscales en una carta enviada a los líderes mundiales

LA CARTA: 
A la atención de los y las líderes mundiales: 
Les urgimos a aprovechar la cumbre anticorrupción que se celebrará este mes en Londres para tomar medidas significativas para poner fin a la era de los paraísos fiscales. 
Los paraísos fiscales no aportan ningún valor al bienestar o la riqueza global, puesto que carecen de un propósito económico útil. Aunque, sin duda, estas jurisdicciones fiscales benefician a ciertas personas ricas y empresas multinacionales, tal beneficio se produce en perjuicio de otras personas y, por tanto, solo contribuye a agravar la desigualdad. 
Tal y como han revelado los papeles de Panamá y otros documentos filtrados, la opacidad que rodea a los paraísos fiscales alimenta la corrupción y socava la capacidad de los países para recaudar los impuestos que les corresponden. Aunque la evasión y elusión fiscal perjudica a todos los países, en proporción, los países pobres –que cada año pierden cerca de 170.000 millones de dólares en ingresos fiscales como consecuencia de estas prácticas– son los más perjudicados. 
Como economistas, tenemos opiniones muy distintas sobre cuáles son los tipos impositivos más convenientes, ya sean directos o indirectos, para las personas físicas o para las empresas. Sin embargo, coincidimos en que estos paraísos fiscales, que permiten ocultar activos mediante empresas pantalla o trasladar los beneficios de empresas que no operan en su territorio, distorsionan el funcionamiento de la economía global. Ocultando actividades ilícitas y posibilitando a personas ricas y grandes multinacionales operar bajo normas diferentes, los paraísos fiscales amenazan el Estado de derecho, un componente esencial para el éxito económico. 
Para acabar con la opacidad que rodea a los paraísos fiscales necesitamos nuevos acuerdos internacionales sobre importantes cuestiones como la elaboración de reportes país por país de acceso público, inclusive en el caso de los paraísos fiscales. Para acabar con estos, los Gobiernos deben empezar por sus propios países, asegurándose de que todos los territorios de los que son responsables creen registros públicos de los propietarios efectivos de todas las empresas y fondos Reino Unido, como anfitrión de esta cumbre y país soberano de territorios que acogen a más de un tercio de los paraísos fiscales del mundo, está en una posición única para liderar esta lucha. 
Poner fin a los paraísos fiscales no será una tarea fácil, puesto que existen poderosos intereses que se benefician de la actual statu quo. Como dijo el propio Adam Smith: “No es muy ilógico que los ricos contribuyan al gasto público, no solo en proporción a sus ingresos, sino en algo más que esa proporción”, y no existe argumento económico que justifique la continuidad de los paraísos fiscales, que contraponen dicha afirmación.
Listado de firmantes: